Batalla de los Arapiles (1812): Wellington derrota claramente a Marmont.
Una de las mayores batallas, numéricamente hablando, en la Península del siglo XIX, junto con la Batalla de Bailén (1808).
El ejército aliado anglo-luso-español, bien dirigido por el general Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, derrota claramente a las tropas francesas al mando del mariscal Marmont.
Imagen: El 5th Guaria de Dragones en la batalla de Arapiles, 22 julio 1812.
Batalla librada al sur de la ciudad española de Salamanca, en las inmediaciones de las colinas conocidas como «Arapil Chico» y «Arapil Grande», en el municipio de Arapiles que da nombre a esta decisiva batalla, cuyo resultado hará inclinar la balanza de la guerra de la Independencia española a partir de este momento.
El 22 de julio de 1812 tuvo el desenlace favorable a las armas del ejército aliado comandado por el general Wellington.
Los aliados tuvieron un total de 5220 bajas entre muertos, heridos y desaparecidos. Por nacionalidades, 3176 fueron británicos, 2038 portugueses y 6 españoles, mientras que el gran derrotado de la jornada, el ejército francés perdió en total 12 500 hombres, incluyendo los prisioneros.
LA ESTRATEGIA
Tras el fracaso francés en su ofensiva en Portugal, que provocó la caída en desgracia del general francés Massena, Wellington aseguró las fronteras lusas como base para su ofensiva en la península.
El ejército francés se encontraba en un momento de reestructuración por la que se estaban sacando tropas de la Península con vistas a la futura invasión de Rusia. Aprovechando esta coyuntura, Wellington ideó una ambiciosa estrategia por la que los ejércitos españoles en la península fijarían en la costa cantábrica y Andalucía el máximo número de tropas francesas, mientras que el ejército al mando de Wellington, avanzaría por la zona centro en busca de un enfrentamiento directo con el reducido ejército francés de Marmont (sustituto del defenestrado Massena). Paralelamente, la guerrilla española continuaría ejerciendo su interferencia entre las diferentes líneas de comunicación francesa. La posible victoria de Wellington le abriría las puertas del valle del Duero y la posibilidad de entrar en Madrid desde el norte.
LA BATALLA
La noche previa al combate, 21 de julio, un fuerte aguacero Wellington fue informado de los movimientos del ejército francés del que ya solo quedaba una división francesa al otro lado del Tormes y que su general Marmont se estaba desplegando en dirección oeste a gran velocidad.
Ante estos movimientos Wellington desplegó todo su ejército para entablar batalla. Unidades desplegadas en Carbajosa de la Sagrada cubriendo el frente norte. El núcleo del ejército formando una doble línea con la 4ª división inglesa de Leith (6710 soldados) y la 3ª división inglesa de Cole (5218 soldados), sobre la ladera de una depresión y la 5ª y 6ª división británica de Clinton (5551 soldados) y Hope (5175 soldados) como reserva. Por otro lado,
También ordenó que la 2ª división inglesa de Edward Pakenham (5875 soldados) y la caballería de la reserva, que se encontraba al otro lado del Tormes, se dirigieran a Aldeatejada, donde podían proteger en caso de derrota una eventual retirada del ejército aliado. Las brigadas de caballería de G. Anson (1004 jinetes de caballería) y Le Marchant (1032 jinetes de caballería), se situaron en Las Torres, en una zona intermedia entre la fuerza principal y la reserva.
Quedando en la línea que cubría el Pelagarcía, la división de infantería ligera de Alten (746 jinetes) junto con algunas brigadas de otras divisiones de infantería. La división de dragones de Bock (771 jinetes), se colocó parejo, en la misma alineación mucho más al norte para vigilar y controlar un posible intento francés por flanquearles por ese lado. Con este planteamiento, Wellington tenía previstas en teoría todas las posibles eventualidades. En función de como transcurriera la batalla podría retirarse ordenadamente a la frontera lusa o avanzar.
Los primeros combates se produjeron entre la 3ª división de infantería inglesa apoyada por la brigada de caballería de G. Anson desalojaron a unas pocas fuerzas francesas de la colina llamada Arapil Grande por oposición al Arapil Chico, que se alza al otro lado de la ancha y poco profunda depresión longitudinal que el general Wellington había previsto utilizar como línea de frente. El rápido avance francés solo le permitió hacerse con Arapil Grande, siendo rechazada la caballería portuguesa que debía haber tomado Arapil Chico.
Tras este primer contacto entre ambos ejércitos, la lucha se trasladó más hacia el oeste, al pueblo de Los Arapiles donde se enfrentaron la 3ª y 4ª división ligera inglesa con unidades de infantería ligeras "voltigeurs" franceses que trataron de desalojarlos con el apoyo paulatino de baterías que hostigaron a las divisiones inglesas.
Hacia el mediodía, los franceses avanzó sobre la localidad de Los Arapiles un poco desorganizadamente por la orografía del terreno. La 5ª y 7ª división francesa presionó a la 3º y 4ª división ligera inglesa
El general francés Marmont, había perdido parcialmente el control de su ejército, debido a la velocidad que imprimió a sus movimientos, creyendo que Wellington se encontraba estaba retirándose hacia Ciudad Rodrigo. Así que no tomó ciertas precauciones al ordenar a tres divisiones que ocuparan la cima del escarpe y la loma subsiguiente, sin indicarles que tuvieran la precaución de mantenerse lo más cercanas unas a otras. La 5ª y 8ª división francesa estaban algo separadas, mientras que la 7ª división francesa estaba algo cercana.
Sabiendo Wellington la composición aproximada de las fuerzas francesas que estaban en liza y con los informes de la guerrilla española detallados, ordenó los primeros movimientos, desplazándose a caballo a lo largo de todo el frente indicando a cada división inglesa cuando debía avanzar.
A la 2ª división inglesa de Pakenham le ordenó dirigirse al sur en columna, para posteriormente convertirla en fila haciendo girar las compañías 90 grados al llegar a la altura de la loma y atacar a la 7ª división francesa de Thomières que se encontraba demasiado separado del resto de su línea y era una presa fácil. La caballería húsares de Arentschild se encargó de cubrir el flanco inglés en su ataque para evitar que la caballería francesa pudiera intervenir.
A la caballería pesada de Le Marchant (1032 jinetes), le ordenó que en cuanto la 4ª división inglesa de Leith hubiera entrado en combate, cargaran sobre la 5ª división francesa de Maucune. Después, Wellington cabalgó hasta las posiciones de la 4ª división inglesa de Leith, que estaban recibiendo en ese momento un nutrido fuego de artillería francesa, para indicarle que en cuanto viera que Pakenham hubiera derrotado a la 7ª división francesa de Thomières, cargara contra la 5ª división francesa de Maucune sobre la meseta. Tras esta órdenes, Wellington cabalgó de nuevo hasta las posiciones de la 3ª división inglesa de Cole para ordenarle que cuando Leith hubiera derrotado a Maucune, cargara a su vez contra la 8ª división francesa de Bonet. Por último, Wellington se dirigió a una pequeña colina al oeste de la 4ª división inglesa de Leith para poder observar convenientemente el desarrollo de la batalla. Cuando llegó, vio cómo las 3 divisiones francesas eran derrotadas y se desbandaban. A esto había que añadir que el general francés Marmont, había resultado herido poco antes junto con su segundo al mando, con lo que Claussel había tomado el mando y aún trataba de organizar la defensa cuando el ejército inglés estaba ya cargando sobre sus posiciones, pudiendo repeler los primeros envites y contratacó con las tres divisiones que le quedaban hasta que fue frenado por un contrataque de Wellington, con la 5ª y 6ª división inglesa que había reservado, así como el ataque de flanco por la 3ª división inglesa de Pakenham. 4ª división de Leith y la caballería pesada de Le Marchant. Con lo que tras un duro pero breve combate, el ejército francés se retiró en desbandada.
Si el ejército francés, no fueron totalmente exterminado esa jornada, se debió a que la 3ª división francesa de Ferey, que no había entrado en combate todavía, tomó posiciones y protegió la retirada de los restos del ejército francés hasta que la noche marcó el fin de la batalla.
Al día siguiente Wellington entró en Salamanca con un desfile triunfal. Había derrotado completamente al tercer ejército francés.
La Batalla de A. Coruña: Drake: La "Invencible inglesa" derrotada (4 mayo 1589).
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