GUSTAV KLIMT: El Beso (1907-1908)
La genial obra del pintor austríaco Gustav Klimt, "El Beso" es, sin duda, su obra más conocida.
Imagen: "El Beso". Gustav Klimt
Es un óleo sobre lienzo, con láminas de oro y estaño sobre un lienzo cuadrado de 180 x 180 centímetros.
Para la realización de este lienzo, Gustav Klimt siguió los cánones del Simbolismo. El lienzo nos muestra sus decoraciones y mosaicos sobre un fondo dorado "áureo". Actualmente se puede visitar en la Österreichische Galerie Belvedere de Viena.
En su momento, las obras de Klimt causaron un gran revuelo. Su reputación estaba en sus mínimos como artista, siendo normalmente duramente criticadas como "pornografía" o "excesivamente pervertidas", como ocurrió con sus tres pinturas para decorar el techo del Aula Magna en la Universidad de Viena (en mayo de 1945, durante la retirada de las tropas nazis, las 3 pinturas realizadas por Klimt, fueron quemadas, arrojadas a una gran hoguera). Esta situación le estaba afectando a su creatividad.
“O soy demasiado viejo, o demasiado nervioso o demasiado estúpido, algo debe estar mal”. Gustav Klimt.
Era sin duda un "enfant terrible" por sus críticas anti-autoritarias y anti-populistas sobre el arte, era el cabecilla de un grupo de artistas "Secesionistas" vieneses que luchaban contra la rigidez de la pintura tradicional austríaca.
« Quiero salir de aquí. Quiero olvidar todas estas molestas tonterías que dificultan mi trabajo y volver a mi libertad. Rechazo cualquier ayuda estatal, renuncio a todo. » Gustav Klimt.
"Si no se puede complacer a todo el mundo con sus obras y su arte, por favor complace a unos pocos". Gustav Klimt.
Lejos de desanimarse creó su obra cumbre que le llevará no solo al estrellato en Austria, sino al reconocimiento internacional. El lienzo "El beso" fue recibida con críticas muy favorables, entusiasmo y expectación, encontrando rápidamente un comprador.
Gustav Klimt representa una temática amorosa, donde una pareja se encierra en la intimidad, mientras que el resto de la pintura permanece etéreo y se disuelve en un fondo brillante.
La realización técnica del lienzo, nos sugiere un patrón cercano al estilo del Art Nouveau, así como las formas orgánicas del movimiento Arts and Crafts contemporáneos del que Klimt se nutrió.
Paralelamente, el fondo de la obra nos traslada al conflicto entre la utilización de las dos y tres dimensiones en las obras, situación análoga a la obra de Degas y varios modernistas.
El beso puede considerarse como una manifestación visual del espíritu imperante en su momento de "fin-de-siècle", donde se captura la decadencia que transmiten estas singulares, opulentas y sensuales imágenes.
La utilización de la hoja de oro en el lienzo, se debe a un viaje que Gustav Klimt realizó pocos años antes (1903) a Italia, y donde pudo admirar la fuerza de los mosaicos bizantinos de la ciudad de Rávena, especialmente célebre "Justiniano y su corte".
Para Klimt la estructura plana que presentaban los mosaicos bizantinos, la ausencia de perspectiva y profundidad realzaban el brillo "áureo" del oro, y captó la esencia del concepto para adaptarlas a su obra. A partir de entonces comenzó a introducir en sus obras el uso sin precedentes de la hoja de oro y plata.
El hombre porta una túnica decorada con infinidad de rectángulos en blanco y negro, colocados irregularmente a lo que destaca con su hoja de oro decorada con espirales. Sobre su cabeza, el hombre lleva una corona de vides. Por otro lado, la figura de la mujer, se muestra con un vestido ajustado a sus formas, con un estampado de flores con motivos ovalados sobre un fondo "áureo" de líneas onduladas paralelas.
El cabello de la mujer presenta un tocado salpicado de flores, con un peinado ahuecado, a la moda de entonces. Las finas láminas de oro forman un halo circular entorno a las dos figuras que, en el caso de la mujer, resalta su rostro. Se sugiere que la modelo utilizada por el Klimt conocida como "Red Hilda".
“Quien desee saber algo de mí como artista, debe mirar cuidadosamente mis trabajos y tratar de ver en ellos lo que soy y lo que deseo hacer”. Gustav Klimt.
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