WILLIAN TURNER: El último viaje del «Temerario» (1838)
Esta gran obra romántica de Turner conocida como "El último viaje del Temerario" o "El combativo Temerario siendo remolcado a su último fondeadero para ser desmantelado", representa el momento mas álgido de la producción de Turner. Se puede hoy admirar en el National Gallery de Londres.
Imagen: El último viaje del Temerario. Turner
William Turner, junto a Géricault, es uno de los máximos exponentes e influyentes dentro del movimiento romántico, y uno de los precursores del movimiento impresionista.
Este pequeño lienzo al óleo sobre tela de 91 centímetros de alto por 122 centímetros de ancho, nos presenta la escena del viejo barco ·"El Temerario", siendo remolcado a dique seco para terminar sus días. Este glorioso buque que participó en diversas batallas trascendentales como la batalla de Trafalgar", da su último servicio.
El mar, que tradicionalmente Turner nos mostraba embravecido, con temporales, tempestades y naufragios, pierde toda su naturaleza más violenta para dejar espacio a una sutil armonía descorazonadora. Turner nos presenta la personificación de la “muerte” del Temerario, tras haber prestado un honorable a la marina Real británica. El barco será desguazado para dar paso a los nuevos buques de vapor ejemplificados en el remolcador a vapor que tira del viejo barco. Se puede observar el contraste entre el dorado y luminoso barco héroe y el oscuro, humeante y poco elegante remolcador.
Turner, valiéndose de un uso original y hábil de la luz y el color, rinde un sentido homenaje al ocaso de un pasado glorioso.
La composición técnica del lienzo es del todo inusual: el objeto principal que da vida a la obra, el viejo buque de guerra, no se encuentra en el centro de la composición, sino escorado en el cuadrante izquierdo inferior, desde donde, con una maestría en la combinación del color resplandeciente y luz, muestra majestuoso esplendor.
Llamativa es la pequeña gama de colores utilizada por Turner, muy etéreos, que se elevan sobre el buque formando sobre él, finalmente, un triángulo de cielo azul y niebla ascendente que lo realza, en un claro movimiento alegórico representando a la muerte. El Temerario deja su esencia terrenal para elevarse a los cielos.
En el lado opuesto de la escena, a la misma distancia del marco que el mástil principal del Temerario, el sol en su ocaso, poniéndose tras el estuario, nos proyecta sus últimos rayos de luz sobre la superficie del agua.
Como anécdota, se puede observar en primer plano en el lado opuesto al barco, una boya y, detrás, una canoa en la que el propio pintor se representó navegando junto a su amigo Clarkson F. Stanfield.
Fuentes:
Asociación #Laulanet
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