MIGUEL ANGEL: La Piedad (1540)

 Fue una tendencia a comienzos del Siglo XV en pleno Renacimiento. En Italia surgirán un tipo de dibujos que estaban perfectamente finalizados, con la finalidad de ser donados como obsequio, generalmente a un mecenas o a una persona especial. Se puede admirar en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston.

Imagen: La Piedad. Miguel Ángel
Imagen: La Piedad. Miguel Ángel

Ya el maestro consagrado Leonardo da Vinci, en el año 1500, realizó una serie de dibujos para ofrecerlos a un mecenas. Años más tarde, Miguel Ángel también creó algunas series, que regaló, generalmente, a jóvenes allegados, por los que tenía algún afecto especial. La gran mayoría de ellos fueron para Tommaso Cavalieri, joven muy cercano a Miguel Ángel. ​

Vasari justificaba estos regalos como ejercicios de aprendizaje:

"... porque aprendiese a dibujar le hizo muchas láminas, trazadas con lápiz negro y rojo, de cabezas divinas; y después un dibujo de un Ganimedes arrebatado al cielo por el ave de Júpiter, un Ticio al que el águila devora el hígado, la Caída del carro del Sol con Faetón y una Bacanal de niños, todas unas obras singularísimas, unos dibujos nunca visto de tan excelentes".

LA PIEDAD

El dibujo a carboncillo realizado por Miguel Ángel sobre "La Piedad", fue un regalo especial que hizo a Vittoria Colonna, marquesa de Pescara, en torno al año 1540. En él, la transformación de Miguel Ángel hacía nuevas vías del Renacimiento son más que evidentes en cuanto al estilo plasmado. 

No fue la única pieza de Miguel Ángel para Vittoria Colonna. Estos regalos servirían a la destinataria para reflejar la fe del grupo espiritual que formaba junto con Migue Ángel y otras personas de su círculo más íntimo, preocupadas por encontrar un nuevo rumbo para el cristianismo. Tanto el Cristo Crucificado y la Piedad de Vittoria Colonna tendrían su funcionalidad como un objeto de devoción para poder acompañar a los rezos, obra realizada a medida para la destinataria, entendiendo claramente las necesidades de  Vittoria Colonna como creyente.

En esta obra sobre cartón, la figura de Cristo está trabajada con especial delicadeza en cuanto a trazos. El eje central de la obra lo forman "María" y "Cristo". Miguel Ángel ideó una composición empleando una simetría orgánica en dos cuadrantes, en el superior, con su madre María con la vista perdida en el cielo, extendiendo sus brazos medio en cruz acompañando a su mirada. 

En contraposición, en el cuadrante inferior, su Hijo, que bajo el regazo de la madre, deja caer sus brazos hacia abajo, todo el conjunto en una composición simétrica que se ve reforzada por las dos figuras laterales de unos niños, que flanquean uno a cada lado, la figura de "Cristo" sujetándole y llenando la composición de una carga dramática adicional. La cruz al fondo, en el cuadrante superior, parte en dos mitades simétricas el cartón, teniendo una inscripción famosa sacada de Cantos de El Paraíso de Dante

«Non vi si pensa quanto sangue costa» (No se piensa cuanta sangre cuesta). Dante

El dibujo se puede admirar en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston. 

Autor: Jose Mª Maestre Domínguez ©


Fuentes: 

Asociación #Laulanet


Fotos: Wikimedia Commons, Wikipedia, Wikiart, Pixabay.





Excepto donde se haga constar explícitamente, esta obra pertenece a Jose Mª Maestre Domínguez, y está bajo una licencia de “Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional”.


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