VERMEER: La lechera (1658-1660)
"La lechera" es uno de los lienzos más famosos del artista holandés Johannes Vermeer. Como toda obra de Vermeer, su datación, solo puede ser aproximada.
.jpg "Imagen: La lechera (1658-1660). Rijksmuseum (Ámsterdam).")
La obra está realizada mediante técnica de óleo sobre lienzo, de reducidas dimensiones (44,4 x 41 cm). Se puede admirar el Rijksmuseum de Ámsterdam desde su adquisición en 1908.
A pesar de sus reducidas dimensiones, podemos apreciar todas las características que Vermeer aplicó a sus obras. Especialmente en su atención a los detalles secundarios, muy detallista, gama cromática clásica donde predominan los pigmentos azules y amarillos, gran juego de sombras que generan perspectiva, dominio de la luz en sus obras.
Todas estas características traducidas a esta obra nos hacen apreciar que la escena se desarrolla en la esquina de una habitación, donde la luz de una ventana, ilumina a la figura principal del lienzo. Esta posiblemente sea una criada, realizando su trabajo cotidiano con la leche de cabra vertiéndola de una jarra a un recipiente de barro situado sobre una mesa. En la mesa de trabajo, y en un primer plano para el espectador, se muestra una cesta de mimbre con varios pedazos de pan en su interior y una jarra azulada a su lado. Una escena costumbrista donde Vermeer deja claro su dominio de la composición.
.jpg "Imagen: Detalle \"La Lechera\". Vermeer.")
El resto del lienzo y por tanto de la habitación donde se desarrolla la escena, es bastante austera; casi desnuda, vacía y sola. Apenas encontramos más decoración que un sencillo cesto muy detallado colgado, cerca de la lechera en una de las paredes junto al marco de un pequeño cuadro. Destacan los sencillos dibujos de los azulejos del fondo de la escena y una caja con una taza en su interior sobre el suelo de la habitación.
Vermeer buscó a lo largo de sus obras ennoblecer este tipo de profesiones que, para muchos, eran trabajos indignos de ser representados en una obra de arte. Por el contrario, Vermeer a menudo eligió como protagonistas de sus lienzos a encajeras, criadas y otras empleadas del hogar de la época, no como una profesión desprestigiada, sino como un ejemplo de virtud y un modelo a seguir.
El lienzo consigue reunir de un modo magistral dos conceptos que deberían parecer antagónicos: Por un lado la sensación de monumentalidad con el gran detallismo de la figura principal y un gran sosiego que nos muestra el rostro de la joven lechera. Esta se encuentra en su universo particular mientras realiza sus tareas cotidianas, en un interior casi desnudo como la habitación, con apenas presencia de objetos, siendo todos ellos sencillos. El gesto inmortalizado por "La Lechera" de Vermeer nos transmite la esencia de las estatuas antiguas; se encuentra de pie, bañada en luz reflejada el las sombras de la desnuda habitación. Vermeer deja su impronta cromática utilizando sus colores: el azul (realizado con un pigmento, el azul de ultramar, derivado del lapislázuli), y el amarillo, como siempre, en sorprendente armonía.
La representación de los objetos sobre la mesa de la habitación, constituyen, como una de las señas de identidad de Vermeer, en una auténtica naturaleza muerta, donde Vermeer consigue hacer gala de su excelente técnica para hacer de lo sencillo una excepcional obra de arte realista, con una impecable puesta en escena, consiguiendo resultados vivos y muy limpios.
Fuentes:
Asociación #Laulanet
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