El milagro de Empel (1585)
El milagro de Empel (1585)
Tal día como hoy, 7
de diciembre de 1585, los Tercios españoles conseguirán una victoria contra
todo pronóstico, llamada el “Milagro de Empel”.
La decisiva acción del Tercio Viejo de Zamora (también denominado
Tercio de Bobadilla en honor a su Maestre), en una situación imposible,
consiguió una de las más sonadas victorias derrotando a 100 barcos (según las
diversas fuentes entre 100 y 200 embarcaciones con cerca de 30.000 hombres),
pertenecientes a los rebeldes de los Estados Generales de los Países Bajos (hoy
Holanda) comandada por el almirante Felipe de Hohenlohe-Neuenstein, en la
denominada Guerra de los Ochenta Años.
El Tercio Viejo compuesto por 5.000 hombres al mando del Maestre de Campo Francisco Arias de Bobadilla, estaba bloqueado por la flota rebelde en la isla de Bommel, entre los ríos Mosa y Wall, casi sin víveres en pleno invierno y calados hasta los huesos.
Francisco de Boadilla, experimentado Maestre, llegó a Flandes el 29 de agosto de ese mismo año, haciendo el denominado “Camino Español” o “Camino de los Tercios españoles” con 2.000 soldados en un rápido trayecto de tan solo 42 días.
La respuesta a la propuesta de rendición del Maestre de Campo fue contundente y pasará a los anales de los libros de Historia:
“La infantería española prefiere la muerte a la deshonra. Hablaremos de capitulación después de muertos”.
A lo que Hohenlohe respondió abriendo los diques, reduciendo
la isla al pequeño montículo de Empel, donde se refugió el Tercio Viejo cavando
trincheras cuando se desenterró una tabla flamenca con la virgen Inmaculada.
Rápidamente la noticia corrió entre las tropas españolas,
que viendo un augurio, levantaron un improvisado altar, desde el que fray García de Santiesteban y el Maestre
de Campo, arengaron a las tropas indicando que estaban bajo la protección divina y
que rezaran por la virgen Inmaculada.
Esa noche, se produjo el milagro, un viento gélido congeló las aguas de los ríos Mosa y Wall, dejando los barcos rebeldes bloqueados, momento en el que el Tercio Viejo de Zamora se abalanzó sobre ellos capturándolos, obteniendo una victoria épica.
Desde entonces la Inmaculada es la patrona de los Tercios de
Flandes e Italia.
Pasará 300 años de esta sonada victoria para que por la bula
“Ineffabilis Deus”, 8 de diciembre de 1892, mediante petición del Inspector de
infantería del Ejército de Tierra español se declaraba Patrona del Arma del
Arma de Infantería a la “Purísima e Inmaculada Concepción”.
(Ver Vídeo)
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