La Nochebuena en que un partido de fútbol paró la Gran Guerra
La Nochebuena en que un partido de fútbol paró la Gran Guerra
Ocurrió el 25 de diciembre de 1914, en plena Primera Guerra Mundial. Soldados aliados y alemanes hicieron lo impensable. Una pequeña tregua no escrita, que terminaría en un partido de futbol entre ambos bandos. Sucedió en Bélgica, en un pequeño pueblo cercano a la frontera francesa. Habían transcurrido apenas cinco meses desde que se inició la denominada “Gran Guerra”.
El día de Nochebuena, 24 de diciembre, desde la trinchera alemana, se escuchaba “Noche de Paz” mientras habrían regalos y bebían. Un soldado alemán salió de su tienda y plantó un árbol de Navidad.
Imagen: Soldados alemanes y británicos retirando y enterrando a los caídos el 18 de diciembre, días antes de la tregua navideña de 1914. Los soldados aliados, al ver la escena y escuchar
los cánticos alemanes, entendieron que era el momento de una tregua, y esa
misma noche salieron de sus trincheras para coincidir en tierra de nadie con
sus enemigos e intercambiar presentes de todo tipo, especialmente bebidas y
alimentos. Al día siguiente, un soldado escocés salió de su trinchera con un
balón en la mano y casi sin hablarlo se organizó un partido entre ambos
rivales. El resultado final, 3-2 para
los alemanes es anecdótico.
Para la eternidad quedarán las pocas fotos que llegaron
hasta hoy y los diversos monumentos que nos recuerdan que es posible llegar a
un acuerdo, a veces basta con algo tan sencillo como un balón.
Al día siguiente, 26 de diciembre, el joven Brigada de
Fusileros de Londres, Henry Williamson envió una carta a su madre que decía:
Querida Madre, te escribo desde las trincheras. Son las 11 de la mañana. A mi lado hay un fuego de coque, enfrente de mi un 'refugio' (mojado) con paja dentro. El suelo está descuidado en la zanja real, pero congelado en otros lugares. En mi boca hay una pipa presentada por la Princesa María. En la pipa hay tabaco. Por supuesto, dices. Pero espera. En la pipa hay tabaco alemán. Jaja, dices, de un preso o encontrado en una trinchera capturada. ¡Dios mío, no! De un soldado alemán. Si, un soldado alemán vivo de su propia trinchera. Ayer, los británicos y los alemanes se reunieron y se dieron la mano en el suelo entre las trincheras, intercambiaron recuerdos y se dieron la mano. Si, todo el día de Navidad, y mientras escribo. Maravilloso, ¿no?.
(Ver vídeo)
Fuentes:
Asociación #Laulanet
https://youtube.com/shorts/tHGpowA09Ic?feature=share
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