LAS TRES GRACIAS DE RUBENS (1630-1635)

 

Una de las obras más importante de Rubens. "Las tres Gracias". Óleo sobre tabla de madera de roble, 220,5 x 182 cm. Se puede admirar en el Museo del Prado, Sala 029.

Imagen: Las Tres Gracias, Rubens (1630-1635).

Esta obra de Rubens, llamado el "príncipe de los pintores flamencos", será la antítesis de "Las Gracias" de Rafael Sanzio. Debió ser un cuadro muy personal. Tuvo que pintarlo para su colección privada, como queda reflejado tras su fallecimiento, al estar inscrito en la misma en el momento de su muerte. A esto hay que añadir, la falta de un boceto preparatorio (Rubens realizaba simples bocetos de las obras solicitadas para plasmar previamente sus ideas a sus clientes o ayudantes. La excepción sería cuando era una obra para su propia colección). 

La mujer representada en el lado izquierdo, guarda gran semejanza con los retratos de Helena Fourment, su segunda esposa. Las restantes dos figuras femeninas que la acompañan, la observan y parecen darle la bienvenida al grupo. Si pudiéramos continuar con esta línea argumental, la primera figura femenina podría resultar ser la dueña de las ropas que cuelgan del árbol sobre su cabeza, ropas que pertenecen a una única persona, siendo ropaje contemporáneo a Rubens y no ropas antiguas, como cabría pensar de unas diosas. Es una temática habitual para las obras de Rubens trasladar los mitos antiguos a su época.

Imagen: Detalle ropaje "Las Tres Gracias", Rubens (1630-1635).

La temática de la obra gira en torno a las tres diosas hijas de Zeus (Aglaya, Talia y Eufrósine) que se abrazan entre sí, describiendo las tres figuras femeninas un círculo, similar a temáticas con esculturas antiguas y en muchos cuadros del Renacimiento. La posición de los cuerpos, así como de los pies, sugiere que las diosas bailan pausadamente. El paisaje representado, se extiende dándole a la composición no solo un extra de profundidad, sino que se pierde en un lejano fondo azul. Será desde este cielo azul, desde donde la intensidad lumínica envuelve toda la composición con una luz intensa, que se filtra a través de los árboles y que genera las sombras de las tres diosas en el suelo. Este haz de luz, hace que las figuras se iluminen desde un lugar diferente, con respecto al espectador de la obra.

Imagen: Detalle pies "Las Tres Gracias", Rubens (1630-1635).

Rubens no busca el realismo en las formas, sino generar movimiento en las figuras, así como crear un mayor dinamismo en el paisaje, alimentándolo con su propia luz. La disposición de "Las Tres Gracias" forman un triángulo, estando la figura del centro de espaldas, con la cabeza girada y apoyada en sus compañeras. A contraposición con el Renacimiento, en esta obra se representa la asimetría y el realismo humano, como conceptos nuevos, consiguiendo de este modo, una obra muy realista.

Imagen: Detalle luz y paisaje "Las Tres Gracias", Rubens (1630-1635).

Autor: Jose Mª Maestre Domínguez ©

Fuentes: 

https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/las-tres-gracias/145eadd9-0b54-4b2d-affe-09af370b6932

https://es.wikipedia.org/wiki/Las_tres_Gracias_(Rubens)

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Fotos: Wikimedia Commons, Wikipedia, Wikiart.

De Pedro Pablo Rubens - The Prado in Google Earth: Home - 7th level of zoom, JPEG compression quality: Photoshop 10., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=22620913

Excepto donde se haga constar explícitamente, esta obra pertenece a Jose Mª Maestre Domínguez, y está bajo una licencia de “Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional”.