DAMA DE ELCHE (S.V a.C)
DAMA DE ELCHE (S. V a.C.)
Material: Piedra caliza labrada y policromada
Altura: 56 cm
Ancho: 45 cm
Profundidad: 37 cm
Peso: 65,08 kg
Período: Siglos V-IV a.C.
Civilización: Cultura ibérica
Ubicación actual: Museo Arqueológico Nacional, Madrid
DAMA DE ELCHE
La obra más importante del arte Ibero. Nos encontramos ante un retrato; imagen de una sacerdotisa o una representación de la Magna Mater, siendo las dos primeras opciones las que se barajan con mayor aceptación.
Su función tal vez es más clara, dado que sería una estatua de culto que albergaría las cenizas del difunto en el hueco existente en la espalda.
Las joyas que porta la Dama serían realizadas a imagen de las existentes en su época, de oro repujado y cuentas de pasta vítrea. Los dos collares superiores estaría formados por hilos atados en haces y sostienen amuletos en forma de anforillas; el collar inferior está formado por una serie de cuentas y sus amuletos, que tienen forma de lengüeta.
La obra estaría completamente policromada. La túnica interior, realizada en tela fina, está cerrada en la base del cuello por una diminuta fíbula anular y conserva leves restos de una coloración azulada suave. Cruzando en diagonal, otro vestido de tela más gruesa muestra de forma evidente su original color rojo encendido. Desde los hombros cae un grueso manto de tela gruesa y pesante, con restos de un color azul más intenso, y sus bordes abiertos y decorados con pliegues se cierran en la parte inferior. Predominan por tanto dos colores: azul y rojo.
La pérdida de la policromía se debió a la disminución de humedad. así como la acción al contacto con el aire, temperatura y luz solar tras su descubrimiento al emerger de bajo tierra, provocaron cristalización del estuco o capa envolvente de yeso y cal. Esto causó la caída, despigmentación o pérdida de color, acentuada por la larga exposición del busto, al descubierto sin urna durante su etapa parisina.
DESCUBRIMIENTO 1897
Cerca de Elche (Alicante) existe un montículo al que la ocupación árabe dejó el nombre de Alcudia (montículo) y que en la antigüedad estaba prácticamente rodeado por un río. Se sabe que en su ocupación ibera se denominaba Helike y que los romanos posteriormente la denominaron Illici Augusta Colonia Julia.
En la tarde del 4 de agosto de 1897, a las afueras de Elche, en la finca La Alcudia, durante unos trabajos de desmonte en la ladera sureste de la loma próxima a la cerca, se encontró la escultura de 56 centímetros de alzada realizada en piedra de caliza fina de tonos ocres, conocida hoy como de la Dama de Elche. Su descubridor, "Manolico" (Manuel Campillo Esclápez) de tan solo 14 años y que ayudaba en las tareas fue el verdadero descubridor.
La noticia de su hallazgo corrió como un reguero de pólvora por las calles de Elche.
Las primeras noticias que tuvieron los vecinos fue el hallazgo de una “Dama hermosísima” que había sido trasladada a la casa de dueño de la finca, don Manuel Campello y Antón.
La “Dama Mora” congregó a numeroso público, tanto historiadores como aficionados.
En esos momentos, la mujer del doctor Campello, Asunción Ibarra, heredera de la colección de figuras de arte ibero de su padre, humanista y arqueólogo aficionado Aureliano Ibarra Manzoni las estaba vendiendo al Museo Arqueológico Nacional que debía hacer el pago de 7.500 pesetas fraccionado en seis cuotas trimestrales. En el momento del descubrimiento todavía no habían liquidado las cuotas, a pesar de haber pasado 5 años desde su adquisición, y los responsables del Museo estuvieron muy lentos, contestando a la carta que les envió Pedro Ibarra cuando la Dama estaba ya en el Louvre.
El traslado al Museo del Louvre se realizó con sumo cuidado el 30 de agosto, utilizando un vapor para llevarla a Marsella y de ahí al Louvre, donde quedó expuesta finalmente en medio de una colección de antigüedades orientales, aunque identificada inicialmente como arte ibérico (casi desconocido en aquel momento).
La exposición de la Dama de Elche fue un éxito de público en el Louvre, hasta convertirse en una de las esculturas más conocidas de la época.
EL REGRESO DE LA DAMA DE ELCHE
No será hasta la llegada de la Segunda Guerra Mundial, con la caída de Francia en 1940 y su ocupación por las tropas alemanas del Tercer Reich, cuando la Dama de Elche y otras preciadas piezas del Louvre viajen hasta el castillo de Montauban situado al sur de Francia en el Estado de Vichy.
Por entonces el mariscal Pétain, antiguo embajador de Francia en España y jefe del gobierno de Vichy establecerá contactos con el gobierno afín de Franco.
Fruto de este acercamiento, el 10 de febrero de 1941 se devolverá a España un lote de piezas entre las que se encontraba la Dama de Elche junto un importante conjunto de obras iberas de los yacimientos de Osuna, Elche, El Salobral, Agost entre otros; el tesoro de Guarrazar de época visigótica; la Inmaculada de Murillo (que llegó un poco antes que el resto del lote), robada por el mariscal francés Soult en 1813 durante la Guerra de la Independencia y depositada en el Louvre en 1852; así como parte del archivo de Simancas. Por el contrario, se cedió a Francia un Velázquez “Retrato de Doña María de Austria", cuya autoría no es aceptada por todos los especialistas ante la existencia de otro muy similar en el Museo del Prado, el “Retrato de Don Antonio de Covarrubias” del Greco, el tapiz de Goya “La riña en la venta nueva” y un conjunto de dibujos franceses del siglo XVI sobre La vida de Artemisa.
(Ver vídeo)
Fuentes:
Actas del III Congreso Nacional de Estudiantes de Humanidades. “Las palabras de la historia. La historia de las palabras”, en Valencia, del 12 y 13 de Marzo del 2001:Los Iberos a través de las fuentes. Por Jose Mª Maestre Domínguez.
Ponente en el IV Congreso Nacional de Estudiantes de Humanidades: "La voz de la piedra”. Entre Arqueología y lenguaje". Facultad de Filosofía y CC.EE de Valencia; Ponencia: “La escultura Ibérica en Piedra”. Marzo 2002
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