MUNCH: EL GRITO (1893)

 MUNCH

El grito (1893), óleo, temple y pastel sobre cartón, 91 x 74 cm, Galería Nacional de Oslo.
Foto: El grito (1893), óleo, temple y pastel sobre cartón, 91 x 74 cm, Galería Nacional de Oslo.

La obra más emblemática del expresionismo a cargo de Edvard Munch  (Løten, 12 de diciembre de 1863-Oslo, 23 de enero de 1944) el gran pintor y grabador noruego. Su obra nos transmitirá constantemente sentimientos que nos envolverá constantemente en un halo de tragedias humanas, normalmente alrededor de la angustia y tragedia humana que influyeron especialmente en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX.

Munch era su mayor crítico, en su comparación con otros maestros decía que, del mismo modo que Leonardo da Vinci era una gran estudioso de la anatomía humana y diseccionado cuerpos, él por el contrario era más espiritual, intentaba diseccionar almas. Es por ello que los temas que más frecuentemente abordaba tuvieran relación con sentimientos o tragedias humanas como la sensación de soledad en su obra "Melancolía" (1891), la angustia en su obra más emblemática "El grito" (1893), la muerte en "Muerte de un bohemio" y el erotismo "Amantes", "El beso" (1897).

Se le considera precursor del expresionismo, por la fuerza y expresividad de sus obras que emanan de los rostros y las actitudes de sus figuras, la paleta de colores utilizada y la fuerza del mensaje transmitido. Considerado el mejor pintor noruego de todos los tiempos.

EL GRITO (1893):

El Grito (1893), óleo, temple y pastel sobre cartón, 91 x 74 cm, Galería Nacional de Oslo.

Edvard Munch sería clasificado en una primera etapa como simbolista y  representante temprano del expresionismo, que sería la gran corriente artística durante la primera mitad del siglo XX. Desde muy joven,  Munch daba salida a sus sentimientos en sus obras y para ello plasmaba sus experiencias emocionales en el arte.  Esta nueva corriente representó la ruptura con el predominante enfoque del naturalismo en lo externo y objetivo. Fue un precursor que se anticipó al cambio que inundaría la década de 1890 hacia lo subjetivo y lo psicológico como elementos predominantes del arte. 

La temática sería siempre existencial: la angustia, la muerte, el amor, los celos y la melancolía se vuelven fundamentales a lo largo de su obra.

En su búsqueda por sintetizar y expresar los "estados más sutiles del alma", Munch innovó su característico estilo. Para expresar sentimientos sencillos y fuertes, era necesario buscar alternativas, así como otra forma de expresión diferente al naturalismo. En la obra de Munch se mezclan la realidad interior y exterior en grandes superficies limitadas por contornos muy bien delimitados.

El Grito, finalizado en 1893, fue una de sus obras más importantes. La idea se fue forjando a lo largo de un año. En 1892 dejaba anotado:

"Iba por la calle con dos amigos cuando el sol se puso. De repente, el cielo se tornó rojo sangre y percibí un estremecimiento de tristeza. Un dolor desgarrador en el pecho. Me detuve; me apoyé en la barandilla, preso de una fatiga mortal. Lenguas de fuego como sangre cubrían el fiordo negro y azulado y la ciudad. Mis amigos siguieron andando y yo me quedé allí, temblando de miedo. Y oí que un grito interminable atravesaba la naturaleza".

Esta impresión (o expresión), la terminará plasmando en esta obra universal, que en principio iba a ser la figura de un hombre trajeado, pero tras una visita a París, quedó impresionado cuando vio una momia peruana de rasgos andróginos con un rictus de dolor muy expresivo, esta visión le convenció para cambiar al protagonista y conseguir universalizar aún más su mensaje existencialista.

La obra tuvo desde un primer momento un enorme éxito de crítica. La gente se agolpaba para ver la exposición de la obra, e incluso, hubo cierta controversia por la fuerza de la misma (se aconsejó a las mujeres embarazadas que no visitaran la exposición).

El grito. Munch
Foto: Las cuatro versiones que realizó Munch sobre "El grito". De izquierda a derecha: 1) 1893, óleo y temple sobre cartón; 2) 1895, pastel sobre cartón; 3) 1910, temple sobre tabla; 4) 1893, crayón sobre cartón.

Munch realizó diferentes versiones de la misma obra a lo largo de los años. La versión original (y más famosa), terminada en 1893, se puede visitar en la Galería Nacional de Oslo, Noruega. Otras dos versiones se encuentran en el Museo Munch de la misma ciudad; y una cuarta, recientemente vendida en subasta a un precio récord, pertenece a una colección privada.


COMPOSICIÓN:

El grito representa, desde el punto de vista iconográfico, una figura andrógina en primer plano con un gesto de angustia que transmite al espectador una gran expresividad y fuerza psicológica.

La escena en la que se desarrolla la temática, transcurre por un sinuoso sendero con vallas que se aleja en perspectiva diagonal. En el fondo, se pueden apreciar dos figuras con sombrero que parecen ajenas a lo que ocurre con la figura principal pero que acentúan esa perspectiva diagonal, acotando la escena que plantea Munch.

En "El grito" prevalecen los colores cálidos de fondo. En el cielo, fluido y arremolinado, predominan los tonos anaranjados. El sendero y el paisaje, por su lado, parecen iluminados por una luz semioscura gracias a las tonalidades empleadas. Las formas se retuercen y los colores están dispuestos de una manera arbitraria pero acentuando el mensaje de la obra.

Antes que trasponer o cambiar la realidad, los colores buscan acentuar la expresión de un sentimiento, en este caso de angustia y desesperación, en la figura principal, vivamente reflejada en la intensidad de su gesto de tribulación y espanto.

Muchos especialistas sostienen que el mayor logro atribuido a esta obra, es la manera en que Munch captó la dimensión del sonido mediante el ritmo visual.


Autor: Jose Mª Maestre Domínguez ©


Fuentes: 

https://es.wikipedia.org/wiki/Melancol%C3%ADa_(Edvard_Munch)

https://www.culturagenial.com/es/cuadro-el-grito-de-edvard-munch/

https://www.wikiart.org/es/edvard-munch

https://historia-arte.com/obras/el-grito


Fotos: Wikimedia Commons, Wikipedia, Wikiart.




Excepto donde se haga constar explícitamente, esta obra pertenece a Jose Mª Maestre Domínguez, y está bajo una licencia de “Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional”.


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