EL EXPOLIO DE NEFERTITI

 EL EXPOLIO DE NEFERTITI

Imagen: Busto de Nefertiti y posible restauración.
Imagen: Busto de Nefertiti y posible restauración.

Sin duda la reina más conocida del antiguo Egipto, desde el descubrimiento de su busto más icónico, el 6 de diciembre de 1912, por el equipo del egiptólogo y arquitecto alemán, Ludwig Brochardt, que trabajaba en la excavación de la antigua ciudad del faraón hereje Akenatón, en el yacimiento en Tell el-Amarna.

Imagen: Descubrimiento del busto de Nefertiti.
Imagen: Descubrimiento del busto de Nefertiti.

Han pasado casi 3400 años desde la creación del busto y aún hoy nos sorprende su belleza.

Si quieres conocer más de esta fascinante reina, estate atento al vídeo al final de este post, apoya nuestro proyecto cultural con más de 100 vídeos en nuestro canal de Youtube, de Historia y Arte con un like y suscríbete.

El busto encontrado por el arqueólogo alemán Brochardt, estuvo envuelto de una gran polémica, no solo por su descubrimiento, sino la forma utilizada para sacar la espectacular escultura de Egipto, rumbo a Alemania, sin que las autoridades egipcias se percataran del engaño descarado, por parte de los arqueólogos alemanes, motivo por el cual, el busto está reclamado hoy en día por las autoridades egipcias.

Imagen Ludwig Brochard
Imagen Ludwig Brochardt

El equipo de arqueólogos alemanes que la descubrió en 1912 trabajaba en los restos de lo que parecía un taller de escultura, concretamente del jefe de escultores llamado Tutmosis.

Imagen: Cabezas encontradas de Akenatón y Nefertiti

Imagen: Cabezas encontradas de Akenatón y Nefertiti

Entre un montón de cabezas de piedra parcialmente trabajadas, diversas máscaras, así como varios moldes de yeso pertenecientes a la familia real, apareció el famoso busto de Nefertiti, casi intacto y con sus colores originales.

Imagen: Busto de Nefertiti

Imagen: Busto de Nefertiti

Las palabras que escribió en su diario Brochardt tras el descubrimiento del busto, no dejan lugar a dudas del excepcional descubrimiento:

"Después de mi descanso para almorzar, encontré una nota del profesor Ranke, que era el supervisor, en la que me pedía que fuese hasta la casa P47.2. Fui hasta allí y vi los pedazos del busto de tamaño natural de Amenofis IV, que acababa de ser descubierto detrás de la puerta de la habitación 19 (). De manera lenta pero segura nos abrimos paso entre los restos, que ahora solo tenían aproximadamente un metro y diez centímetros de alto, hacia la pared Este de la habitación 19 (). Aproximadamente a 20 centímetros de la pared Este y a 35 centímetros de la pared Norte, a la altura de nuestras rodillas apareció un cuello pintado de color carne con bandas rojas. Fue registrado como 'busto de reina coloreado de tamaño natural'. Se dejaron a un lado las herramientas y se emplearon las manos. Los siguientes minutos confirmaron que lo que estaba apareciendo era un busto. Por encima del cuello, se desenterró la parte inferior del busto y apareció la parte trasera de la corona de la reina. Llevó un tiempo considerable liberar completamente la pieza de la tierra y los escombros (). Sostuvimos en nuestras manos la pieza más vívida del arte egipcio. Estaba casi completa. Faltaban partes de las orejas y la incrustación del ojo izquierdo. La tierra fue examinada y cribada en parte. Se encontraron algunos trozos de las orejas, pero no la incrustación del ojo"

“De repente teníamos en nuestras manos la obra de arte egipcia más viva. No se puede describir con palabras. Debes verlo--- Colores como recién aplicados. El trabajo es sobresaliente”.

Imagen: Busto de Nefertiti
Imagen: Busto de Nefertiti

 La llegada de dicho busto a Alemania sorprende al ser una gran obra de arte, cayendo las sospechas sobre los hombros del egiptólogo Brochardt, que sería el encargado de engañar a las autoridades egipcias haciendo pasar la obra icónica por una obra de dudoso valor, “busto de yeso coloreado de princesa de la familia real”, y así conseguir el permiso necesario para sacar la obra de Egipto.

Imagen: Sello alemán conmemorativo de Nefertiti
Imagen: Sello alemán conmemorativo de Nefertiti

Años después, en 1923, el busto de Nefertiti, se expuso por primera vez al público, primero como avance, los diarios de Brochardt y en 1924, finalmente, el público pudo admirar la obra, momento en el que las autoridades egipcias reclamaron por primera vez la devolución de la obra. Hay que recordar que en aquella época, los acuerdos firmados entre las autoridades egipcias y los países extranjeros que querían excavar, implicaba un reparto al 50% entre ambos países, exceptuando las piezas más sobresalientes, así como toda representación de rey o reina, que no deberían abandonar Egipto, tal y como venía indicado en el artículo 14 de la Ley de Antigüedades egipcias de la época.

Imagen: Campamento donde Brochardt engañó a las autoridades del Museo Egipcio.

Imagen: Campamento donde Brochardt engañó a las autoridades del Museo Egipcio.

Un documento fechado en 1924 del archivo de la Compañía Oriental Alemana”, hace referencia a la reunión que hubo el 20 de enero de 1913, entre el egiptólogo Brochardt, y el alto funcionario egipcio, con el que se debía decidir el reparto equitativo del 50% de las obras descubiertas entre Alemania y Egipto, dejaba clara la sospecha, de la Compañía Oriental Alemana, de la actuación del egiptólogo Brochardt, ocultando a las autoridades egipcias el valor real del busto de Nefertiti. Para ello Brochardt incumplió de entrada el reparto equitativo del 50% que se debía producir en las instalaciones del Museo Egipcio de El Cairo y no en el propio yacimiento, como terminó siendo.

Imagen: Museo Neues en Berlín donde destacan en fachada la publicidad del busto de Nefertiti

Imagen: Museo Neues en Berlín donde destacan en fachada la publicidad del busto de Nefertiti

Para ello, Brochardt enseñó al alto funcionario egipcio una fotografía del busto borrosa y con mala iluminación, estando la obra empaquetada en una caja abierta pero tras varias filas de cajas y, sobre ella, una peluca negra que escondía la carismática corona azul del busto de Nefertiti. Pero, al no ser convenientemente visualizada en la inspección, y asegurando que se trataba de una pieza menor, un mero molde en yeso, pasó desapercibida.

Si se hubiera realizado la correspondiente revisión de la obras, el propio peso del busto de Nefertiti, delataría el hecho de no ser un busto de yeso, sino de piedra, aunque el listado del inventario entregado por Brochardt, aseguraba que era de yeso.

Imagen: Cabezas encontradas de Akenatón y Nefertiti
Imagen: Cabezas encontradas de Akenatón y Nefertiti

Brochardt, se aseguró con la lista ya hecha del reparto, hacer pensar al alto funcionario Egipto que salía ganando, puesto que la lista alemana solo tenía 12 artefactos de yeso, mientras que la egipcia tenía 12 artefactos de piedra, a todas luces parecía que salían ganando.

Tras llegar los diferentes objetos de la expedición alemana a Berlín en 1913 fueron todos expuestos excepto el busto de Nefertiti a petición de Ludwig Brochardt. El propio Museo de Berlín volvió a discutir con Ludwig Brochardt ya en 1918 sobre su exposición pública, a lo que el egiptólogo se negó.

 La célebre revista Time, lo incluye literalmente como “los 10 artefactos saqueados más importantes de la historia”.

Para ver la importancia de este busto, basta decir que cerca de 500.000 personas visitan y fotografían la obra al año.

A pesar de las numerosas reclamaciones egipcias, han pasado casi 100 años de la primera reclamación que sigue sin atenderse.

En 1925 Egipto amenazó con prohibir las excavaciones alemanas en Egipto si no se devolvía el busto.

Imagen: Cabezas encontradas de Akenatón y Nefertiti

Imagen: El éxito en espectadores tras la exposición del busto de Nefertiti superó las expectativas.


La segunda gran polémica sobre este busto vino en el año 2009 con la publicación de un libro de la mano del egiptólogo suizo, Henri Stierlin, así como del libro editado por el historiador alemán Erdogan Ercivan, lanzando ambos, varias acusaciones sobre la originalidad del busto, indicando que sería una creación llevada a cabo por uno de los restauradores del egiptólogo Brochardt en 1912. Dicha acusación fue rápidamente contrarrestada por el Museo Egipcio de Berlín, donde se expone la pieza, mediante una tomografía computerizada, que certificaría la autenticidad de la obra. No obstante, el busto ya había tenido su primera tomografía computerizada en 1992 y 2006.

Nefertiti vivió entre el 1370 y 1331 a. C; siendo la primera esposa del faraón Akenatón. Así como muy posiblemente reina, durante la dinastía XVIII.

Imagen: Representación de Akenatón, Nefertiti y sus hijas.

Imagen: Representación de Akenatón, Nefertiti y sus hijas.

Muchos egiptólogos secundan la corriente por la que la figura de Nefertiti (que recordemos era suegra del famoso futuro faraón  Tutankamón), sería la misma que reinaría en Egipto, bajo el nombre de Semenejkara, figura que se asocia en un primer momento al faraón Ajenatón (Akenatón) y que le sucedería en un breve espacio de tiempo tras la muerte del faraón.

Los egiptólogos sí coinciden en cuanto a la importancia e influencia que ejerció Nefertiti a lo largo del reinado de Akenatón.

Su figura sufre una brusca desaparición en cuanto a sus representaciones que coincidiría con el periodo de la asociación al mando de Semenejkara, lo que dio pie a suponer que ambos nombres corresponderían a la reina Nefertiti

Imagen: Busto de Nefertiti.

Imagen: Busto de Nefertiti.

Dentro de la prolífica relación de esculturas a lo largo del arte egipcio, el busto de Nefertiti es, sin lugar a dudas, uno de los rostros más conocidos. Llama poderosamente la atención como, a pesar de sus casi 3400 años de antigüedad, aún conserva los vivos colores originales de la obra.

Su nombre es significativo de su singular belleza. Su Nombre de Trono Neferneferuaton, significa "maravillosa es la belleza de Atón", le seguiría el famoso nombre de nacimiento Nefertiti, cuyo significado sería "la bella ha llegado".

El busto de Nefertiti se conserva en el Neues Museum de Berlín​.

Imagen: Sala de exposición del busto de Nefertiti
Imagen: Sala de exposición del busto de Nefertiti

Es uno de los rostros más característico del arte egipcio y una de las obras más copiadas del antiguo Egipto. Actualmente, se atribuye a las manos del escultor Tutmose, dado que se cree que el lugar de su hallazgo era su taller. El busto, nos da una idea de cómo los antiguos egipcios, tenían sus propios cánones y, representaban las proporciones del rostro humano.

A todas luces, la reina Nefertiti, representaría en la época el canon de belleza; con una definida figura con un cuello esbelto y estilizado, así como su característico cráneo alargado. 

Imagen: Nefertiti. Foto 1912
Imagen: Nefertiti. Foto 1912

En el antiguo Egipto, el tamaño del cuello era especialmente importante para definir el tipo de persona; si tenía un cuello de cisne largo y esbelto se le consideraba una persona inteligente a la vez que inquieta; por otro lado, si el cuello era más corto y ancho nos vendría a decir que es una persona irritable.

Por otro lado, los cuidados femeninos, en el antiguo Egipto, no tienen nada que envidiar a los actuales. Está bien documentado en diferentes papiros como el del médico Eberes, siendo este papiro, uno de los tratados más antiguos sobre medicina y farmacopea conocido hasta la fecha.     También será uno de los papiros más extensos encontrados con nada menos que, 108 páginas, aunque termina en la página 110.     

El papiro de Eberes, sería escrito en torno al año 1534 a.C., concretamente en el 8º año del reinado de Amenhotep I, de la XVIII dinastía. Y donde queda registrado, como hacerse un buen peeling usando polvo de alabastro, natrón rojo, sal y miel. Como aplicarlo y retirarlo con agua. O la utilización de minerales como la malaquita, en un formato de polvo de color verde y la galena, en forma de pigmento negro, ambos usados como cosmético para proteger los ojos de la abrasadora luz solar de Egipto.

 Pero, en algunos papiros, no solo encontramos como aplicar un peeling, sino información sobre el baño, la hidratación corporal, cuidados del rostro, maquillaje, higiene bucal, desodorante, manicura, pedicura, vestidos, joyas, pelucas, siendo actividades comunes en la época.

 

En cuanto a la búsqueda de la tumba de Nefertiti, esta sigue siendo uno de los grandes descubrimientos pendientes por la arqueología.

Los hallazgos del célebre egiptólogo Zahi Hawass en los últimos años, si bien nos acercan más a su posible descubrimiento, todavía no han dado los frutos esperados. No obstante, sigue trabajando en el Valle de los Reyes, en su sector occidental, más conocido como Valle de los Monos, zona poco trabajada por las expediciones arqueológicas, pero que albergaban dos tumbas importantes, como son las tumbas del faraón Amenhotep III, que era suegro de Nefertiti y abuelo de Tutankamón, y la tumba del faraón Ay, sucesor de Tutankamón y padre de Nefertiti.

El nombre de Valle de los Monos se debe precisamente a la tumba del faraón Ay, donde hay representados al menos 12 babuinos que simbolizarían las 12 horas nocturnas.

(Ver vídeo)



Autor: Jose Mª Maestre Domínguez ©



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El nuevo y sorprendente hallazgo en la pirámide de Keops en Egipto

Descubierta la momia más antigua en Saqqara.

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LA GRAN ESFINGE DE GUIZA ( S. XXVI a.C.)


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La épica batalla de las Pirámides que enfrentó a Napoleón con los mamelucos (1798).


Fuentes: 

Asociación #Laulanet

Fotos: Wikimedia Commons, Wikipedia, Wikiart.



Excepto donde se haga constar explícitamente, esta obra pertenece a Jose Mª Maestre Domínguez, y está bajo una licencia de “Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional”. 




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